Los años 90 fueron la década de la alegría, el ocaso de unos tiempos de libertad antes de que los mojigatos empezaran a decirnos lo que debíamos hacer, pensar y sentir (con ningún éxito, por cierto, al menos en mi caso), y el coche que traigo hoy representa perfectamente aquella etapa de nuestro tiempo.
Cuando un 5 de octubre de 1.992 apareció el Twingo en el stand de Renault del Salón del automóvil de París nadie quedó indiferente ante él. O lo amas o lo odias. En mi caso, evidentemente, lo primero. Con un diseño simpático, desenfadado y sobre todo, muy colorido, el Renault Twingo llegó para quedarse para siempre en nuestros corazones.
Fabricado sobre las bases del proyecto W60 de la marca del rombo, nació con la dificilísima misión de sustituir a uno de los grandes mitos de la marca, el Renault 4. Y vaya si lo consiguió.
Si el Twingo existe, se debe principalmente a dos personas: Raymond Lévy y Patrick Le Quément. Tras el asesinato del hasta entonces presidente de Renault, Georges Besse, en 1.986, la dirección de la marca de Boulogne-Betancourt entregó a Lévy el mando de una empresa que se tambaleaba tras unos años 80 en los que, a pesar de producir varios modelos de éxito (Supercinco, Espace o R21), las cuentas no salían. Igualmente, el lanzamiento del R25 y sus constantes problemas de fiabilidad pusieron en jaque a la marca. Lévy puso orden, cabeza y calidad a la marca, que a principios de los 90 lanzó dos coches que catapultarían a la marca al éxito nuevamente: el R19 y el Clio. Igualmente, encargó la finalización del proyecto del Twingo a Le Clement. eso sí, con un presupuesto bastante exiguo (700 millones de dólares). Y Le Quément hizo magia...
Dicen que los malos tiempos hacen hombres fuertes que después crean buenos tiempos. Junto a su equipo, y gracias a una labor encomiable de gestión del dinero asignado, crearon un coche fantástico, con un diseño muy adelantado a su tiempo que, si en un primer momento no gustó a los gerifaltes por ser demasiado arriesgado, al final acabó convenciendo a la dirección para ser comercializado. Y también convenció al público, pues se estima que entre 1.992 y 2.007 se fabricaron alrededor de 2,6 millones de Twingos en diferentes factorías de Renault (incluida FASA Valladolid). Precisamente en 2.007 Renault paró su producción tras lanzar al mercado a su sucesor, un coche con un diseño aburrido que pasó sin pena ni gloria.
LA MAQUETA
Como comentaba en el artículo sobre el Peugeot 306 Maxi, Solido ha subido la calidad de sus maquetas manteniendo buenos precios. Bonita maqueta la de este simpático Twingo, que, como es habitual en la marca, viene con apertura de puertas y dirección operativa con el volante. El exterior está muy bien conseguido, con varios detalles como las pegatinas en las ventanas delantera y trasera que le dan un mayor toque de realismo a la maqueta.
Bien ahí!
ResponderEliminarCuando salió el Twingo, yo era un joven de 29 años soñando tener mi primer auto. Lamentablemente mi economía también era joven y lo más que pude pagar fue un viejo Citroën. Con los años, terminé manejando un VW Up! que es como decir, un Twingo dibujado con regla.
El de Solido está muy lindo, me sorprendieron las bisagras de las puertas, con el mecanismo escondido.
Bienvenido nuevamente al blog, aprecio que lo retomes, me gusta cómo escribes.
Hola compañero,
EliminarRecuerdo el VW Up!, creo que en Europa no se vendió mucho, pero era un cochecito simpático.
En cuanto a lo que comentas de la maqueta es cierto, las puertas tienen un aspecto muy realista. Aún recuerdo los modelos viejos que tenían bisagras enormes.
Muchas gracias por tu comentario amigo. Me anima a seguir escribiendo :)