miércoles, 10 de octubre de 2018

MAJADEROS

Desde que Salvat anunció en verano que salía adelante la dichosa colección de Pegaso, los coleccionistas acudieron, con los ojos fuera de sus órbitas y llenos de euforia consumista, a la web de la editorial catalana para suscribirse. Era julio y ellos, infelices e intrépidos, creían que esas tan deseadas miniaturas llegarían a sus casas al día siguiente. Querían ser los primeros, pioneros en el coleccionismo del caballo alado para envidia y admiración del mundo coleccionista. El champán llovería del cielo y las puertas del edén se abrirían. Pobres...
La realidad es que, como la inmensa mayoría sabíamos, las miniaturas llegarán a los suscriptores más tarde que a los quioscos. De verdad, no sé qué os creíais ¿en serio pensábais que tendríamos media colección antes que el resto? No, toca esperar y a aguantarse. Y no pasa nada, absolutamente nada. Bueno, a algún lazarillo de Tormes de la vida se le ha jodido el negocio, eso sí.
Sé que es un tema absurdo, pero es que tengo ganas de dar cera, porque me tenéis aburrido, por no decir que me tenéis hasta los balones de reglamento. Muchos de los coleccionistas sois una banda de llorones y quejicas. Estoy cansado de ver infinidad de publicaciones en los grupos de facebook y comentarios en la página de Salvat atizando a la editorial porque no tenéis aún vuestras primeras unidades de la colección. Peor que niños pequeños. Porque nene quiere camión, y si nene no tiene camión, nene llora. Y si nene llora porque no tiene camión nene compra al especulador de turno para presumir delante de otros nenes. Porque yo lo tengo y tú no ¡chincha revincha, cara de tortilla!

Foto: coleccionista enfurecido antes de devorar al fotógrafo.

No obstante, todo este jaleo no deja de ser una muestra a pequeña escala (nunca mejor dicho) de lo que es la sociedad. Nos creemos con derecho a todo y si no nos dan el capricho de turno, a protestar. Y aunque nos satisfagan, vamos a quejarnos. Porque hay que quejarse por todo. ¿Tan poca vida tenéis?¿A esto se reduce vuestra existencia? Qué guantá tenéis algunos...
Por supuesto, tampoco puedo olvidarme de que en este país la envidia come a la gente. En este caso, la envidia os corroe, porque queréis tenerlo todo los primeros, y el hecho de que alguien se os adelante os mata. No puedo permitir que tú tengas una cosa y yo no, aunque no me guste. Y esto no sólo ha ocurrido con esta colección, también con el test de Salvat de los vehículos de reparto y servicio. ¿Y todo este ruido para qué? Para tener el pobre Pegaso en una balda cogiendo mierda y polvo durante años. Pero eso sí, recordaréis allá por el 2042 que subisteis la foto los primeros en el grupo de turno hace 24 años. Patético.

¡Venid p´acá! ¡Que sus viá crujir vivos!

Espero que este artículo os sirva a algunos para reflexionar (a los necios los obvio, porque no recapacitan ni de casualidad). Hay cosas mucho más importantes en la vida. Salud y amor, por ejemplo. Y un poquito de dinero para vivir, dicen. El resto, sombras y ceniza, que diría Próximo en el film "Gladiator". Ysi lucháramos por las cosas que de verdad importan con el mismo ímpetu con el que algunos criticáis nimiedades, otro gallo nos cantaría a todos en la vida. Pensadlo bien antes de enfadaros por chorradas, y más cuando todavía no os ha costado ni un duro. Tranquilos, que los Pegaso llegarán para vuestro regocijo y alegría, y para que la dopamina del cuerpo baje hasta que aparezca la próxima chupiminiatura último modelo y os convirtáis en marujas de otro tiempo en las rebajas de febrero.
Ojalá cambiéis de pensamiento, pero creo que no ocurrirá. Y hasta que eso no ocurra sois y seréis unos MAJADEROS, habéis perdido la cabeza. Porque el coleccionismo no es una competición, y mucho menos objeto de iras. Es una afición y una pasión maravillosa, y estamos para ayudarnos.
Hasta la próxima.

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